La llegada de Messi al aeropuerto de El Prat fue de esas que se recuerdan. Después de 15 horas de vuelo, tuvo que tragarse una hora más de control de pasaportes y la «visita» sorpresa de unos técnicos de hacienda. Y al salir, tuvo que responder a todas las preguntas relacionadas con Griezmann y su supuesta mala relación. Así que no aguantó más y dijo la frase del mes: «Estoy cansado de ser siempre el problema de todo en el club»…

Después de estas declaraciones, la preocupación en el equipo médico del Barcelona es máxima. «Está claro que sus pelotas están cada vez más hinchadas… Si siguen hinchándoselas a este ritmo, en cuestión de semanas, podría salir volando por los aires. De momento lo mejor sería dejar de tocárselas un rato, para ver si baja la hinchazón… Si la cosa se pone fea, a lo mejor hay que sacar la aguja, pero esa sería la última opción.