Qué gran decepción, que mala pata. Después de la campaña fuerte que desde Madrid intentando que Benzema fuera el Balón de Oro y al final, ni en el podio. De verdad, que bajón.

Están presos de su ira por la decepción

Pero los que peor lo llevan son los compañeros de cárcel y de celda que con todo su cariño habían preparado una fiesta de bienvenida para el francés. Al final nada, ha quitar pancartas, desinflar globos y quitarse los gorritos. «Vaya robo» han comentado algunos de los presos, curiosamente condenados precisamente por robar, así que se han puesto todos a reír por la coña improvisada. En fin, pobre Benzema.