El Barça ganó al Valladolid sufriendo mucho más de lo esperado. Pero está claro que Koeman es un tipo con suerte. Ya no porque no pitaran penalty a Alba (Lenglet, aprende!) o por la rigurosa expulsión a Oscar Plano, sino porque busca su suerte hasta que la consigue. Cuando las cosas se ponen feas, le da igual jugar con defensa de tres, de dos, o de uno si es preciso.

Por eso en el clásico de proximo sábado, la cuestión ya no es el planteamiento táctico, ni las posibles bajas, ni la calidad de los jugadores, sino saber cuál de los dos entrenadores tendrá más chorra para ganar el partido. Los especialistas no lo tienen claro: «La chorra de Zidane es muy imprevisible. Todos sabemos que como entrenador es muy justo, pero precisamente por eso hace cosas tan inesperadas que a veces hasta le funcionan.»