El fracaso del fichaje de Wijnaldum ha sido toda una cura de humildad para el FC.Barcelona. Hace unos años habría sido impensable que un jugador eligiera irse al equipo francés en lugar de jugar de azulgrana. Pero los tiempos (y el tamaño de las carteras) han cambiado mucho, y ahora el equipo culé está lejos del parisino a la hora de poder para fichar.

Por eso, a partir de ahora, cada vez que el Barça quiera fichar a alguien, le pedirá permiso al PSG. «Si ellos nos dan permiso, fichamos, pero si ellos dicen que les gusta también… Se lo quedan. Es un trato justo y equilibrado con la situación económica de los clubes.»