Está claro que a Joan Laporta no le gustan los chantajes ni las presiones. Por eso, viendo que la negociación para la renovación de Ilaix está cada vez más complicada, la directiva azulgrana ha decidido continuar con la «degradación» del jugador de 18 años para que se le bajen un poco los humos.

«Primero lo pusimos al B… Como seguía sin entender el mensaje, le pasamos al juvenil… Pero si se pone farruco, el siguiente equipo serán los alevines. Una cosa es que estemos arruinados y no tengamos un duro, y otra que un niñato de 18 años nos vacile.»