Se llama Roberto Marquez y está triste. Muy triste. Porque aunque parezca mentira, él estaba feliz por el posible fichaje de Aubameyang por el barcelona. Tan feliz que hasta se había comprado la camiseta oficial de esta temporada y se había hecho estampar el nombre del delantero de Gabón. «Ahora qué hago con esto? Me he dejado toda la pasta que tenía en esto, y ahora el cabrón va y no viene»
