En las últimas semanas, se ha podido ver a un Zinedine Zidane mucho más triste y bajo de moral. Es cierto que el francés tampoco suele exteriorizar mucho sus emociones, pero es evidente que ahora mismo sus ánimos están por los suelos. Y en la directiva blanca saben porqué: Ahora que Bale ya no está en el equipo, Zizou se ha quedado sin su gran aliciente como entrenador: Maltratar a Bale, tenerlo en el banquillo todo el rato y si hace falta, ni convocarlo.

Otros jugadores de la plantilla blanca como Rodrigo, Odergaard o Jovic han presentado su candidatura para ser ese jugador al que Zidane desconcierta con cambios absurdos y suplencias inesperadas, pero de momento ninguno de ellos ha conseguido que Zidane vuelva a disfrutar «jodiendo» la vida a un jugador como lo hacía con Bale. De hecho, Florentino Perez ya se plantea repescar al galés, para ver si así consigue que Zidane vuelva a sonreír.