Hola pequeños Spiders, ¡bienvenidos a la locura del fútbol! Hoy vamos a hablar de la curiosa comparación que se ha hecho entre Gabi y Vinicius. Resulta que algunos desde Madrid intentaron vender la idea de que Gabi era como el Vinicius del Barça, un jugador marrullero que se enzarza con todos. Pero, como bien sabemos, eso no cuajó. A nadie le interesa esa comparación y es que, aunque lo intenten, la realidad es que cada uno es de su padre y de su madre.

Gabi, por su parte, ha expresado que siente que los árbitros le tienen «fichado» y que su intensidad es malinterpretada como juego sucio. Y aunque es cierto que a veces se pasa de revoluciones, como en el famoso cabezazo, lo que realmente causa risa es que a él ya le han dado un toque de atención, mientras que a Vinicius parece que le dejan hacer lo que le plazca.

Y aquí viene la pregunta del millón: ¿por qué Gabi tiene que estar bajo vigilancia y otros jugadores del Madrid, como Bellingham o Vinicius, no reciben la misma atención? Es como si los árbitros estuvieran en modo «no molestar» con ellos. La doble moral es evidente, y eso no debería ser así. Todos deberían ser tratados por igual, y los medios de comunicación deberían señalar estas diferencias en lugar de aplaudir que a Gabi le estén «marcando».

Así que, pequeños Spiders, mientras Gabi se esfuerza por controlar su intensidad, otros jugadores siguen haciendo lo que quieren sin consecuencias. ¡El fútbol es un espectáculo, pero a veces parece más un circo! Nos vemos en la próxima, ¡y no olviden suscribirse!