El entrenador del Barcelona jamás habría imaginado tener que vivir una situación como la del sábado: «¿Insultos en un campo de fútbol? Es lo último que me quedaba por ver… ¿Pero qué somos? ¿Salvajes?» De hecho, el holandés no tuvo problema en reconocer que los insultos de Nyom le afectaron tanto que se pasó toda la noche llorando en la cama: «Ya sé que dicen eso de haters gonna hate, pero debajo de esta capa de grasa hay un hombre sensible al que le afectan los insultos como a cualquier persona».

De momento aún no se sabe si la Federación sancionará al jugador del Getafe. Al respecto, Koeman se muestra conciliador: «Gandhi decía que sólo aquel que es fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar. Como entrenador, él siempre ha sido mi modelo. De hecho soy más Gandhista que Cruyffista. Así que Nyom sabe que yo le perdono.»