Ronald Koeman tiene muchos defectos (pero muchos), pero la falta de sinceridad no es uno de ellos. Por eso no se ha mordido la lengua en rueda de prensa al afirmar que para él jugar en campo de césped artificial no es jugar a fútbol… Y añadir después, que en el fondo no pasa nada, porque lo que juega su Barça también está lejos de ser «fútbol».

Habrá que esperar a mañana para comprobar si el Barça juega tan mal en césped artificial como en césped natural. Lo que es seguro es que Koeman ya tiene excusa si el equipo hace un mal partido (ni se contempla que pueda perder, pero vete tú a saber).