«Sabemos que son medidas duras, pero es peor el riesgo de que salga a la calle». Con estas palabras, los representantes de la Generalitat han hecho un llamamiento a la responsabilidad individual de todos los culés para conseguir que el virus Setién desaparezca lo antes posible.

Una segunda ola de Setién antes del partido contra el Nápoles puede ser definitiva, así que en la planta noble del equipo azulgrana se acumulan los mensajes para que Quique Setién se quede en su casa. «Si es necesario, ponemos a Messi de entrenador-jugador. Al final es el que manda en el club, así que tampoco se notaría mucho la diferencia».
De momento Quique Setién guarda silencio, y de momento las únicas declaraciones del cuerpo técnico han sido las del segundo entrenador Eder Sarabia, que en su lenguaje habitual lleno de tacos ha dicho: «Me vais a confinar la punta de la p***a»