La pandemia del covid-19 no es una broma, y viendo que algunos jugadores de otras ligas no cumplen la norma de no abrazarse para celebrar un gol —aunque sí pueden juntarse en la barrera o ducharse juntos al acabar un partido— El gobierno español a través de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha decidido sustituir a los árbitros por soldados de elite del ejército autorizados a disparar a aquellos futbolistas que no respeten la norma de no abrazarse para celebrar un gol.
La nueva normativa deja claro que sólo dispararán por debajo de la cintura siempre intentando evitar los genitales, a excepción de aquellos jugadores que la tengan hasta la rodilla.