Los datos no engañan: La aportación de Griezmann al equipo cada vez es más insignificante. Llegó con status de crack, incluso se le vió como el sucesor de Messi en el caso de que el argentino decidiera finalmente dejar el Barcelona. Pero a la hora de la verdad, Griezmann sigue sin demostrar su talento.

De hecho, un reciente estudio ha analizado todas las demarcaciones en las que Griezmann ha jugado desde que llegó al Barcelona, y ha determinado que sin duda, el lugar en el que más rinde es el banquillo: «Es el sitio perfecto para desarrollar su increíble talento para no hacer nada y pasar desapercibido.» De momento Koeman avanza cambios para el partido frente al Ferencvaros. Habrá que ver hasta que punto afectan o no a Griezmann.