El correctivo que España le dió a Alemania en el partido celebrado ayer martes en Sevilla fue de los que se recuerdan. De hecho, la última vez que Alemania había encajado un resultado tan abultado fue en 1931. Por eso, la canciller Angela Merkel ha demostrado su enfado y ha amenazado con tomar represalias donde más duele: En el bolsillo.

«Todo el mundo sabe que los alemanes siempre hemos sido gente pacífica… Pero no nos gusta que nos humillen. Por eso exigimos una disculpa por parte de las autoridades españolas. De lo contrario estamos dispuestos a recortar la exportación de uno de los productos alemanes más preciados por los españoles: Los borrachos que llenan los bares de Mallorca y que tan necesarios para que las islas Baleares puedan salir de la crisis económica producida por el coronavirus.»
¿Será esta una victoria demasiado «cara» para España? Si a la lesión de Ramos y de Canales se le suma el castigo económico, puede que sí.