En el Barça han tenido que asumir lo que hace tiempo que es evidente: Todo depende de Messi. Esto no es nuevo, pero desde la marcha de Neymar, con Luis Suarez entrando en la tercera edad y los fracasos de Griezmann, Dembelé y Coutinho, el protagonismo del argentino roza lo absurdo. Por eso, en el equipo han decidido darle todo el poder, y a partir de ahora él también decidirá quién juega y quién no (bueno, eso ya lo hacía), tomará las decisiones médicas (eso también lo hacía un poco) y si quiere conducirá el autobús del equipo, porque Messi ahora mismo es quién manda.

«Lo único que hacemos es oficializar lo que todos saben. Que Messi es el que hace y deshace. De hecho ya ha empezado a meter mano también en la alimentación de los jugadores. A partir de ahora hay que tomar mate todo el día, y para comer, asadito y choripanes». En el equipo confían que esta sea la manera de lograr la ansiada Champions, pero de momento lo que sí han conseguido es que el FC.Barcelona sea ya el FC.Messilona.