Después de sumar sólo 2 puntos de los últimos 12 la cabeza de Koeman empieza a peligrar. La victoria frente a la Juventus dio un respiro a un equipo que no termina de arrancar, pero el empate contra el Alavés ha vuelto a encender las alarmas. En otro equipo, seria la directiva la que se estaría planteando destituir al entrenador, pero ya se sabe que en el Barça quizá no hay presidente pero si hay un jefe. Y este jefe es Messi.

– Koeman, sabes qué hora es? – Espera que miro… – ¡La hora de que te pires!

Justo el mismo día en el que Quique Setién se ha quedado a gusto contra el argentino y su manera de ejercer el poder que tiene en el vestuario, Koeman empieza a notar el aliento de Messi en la nuca. Koeman es un tipo duro que no se arruga a la hora de sentar a jugadores como Griezmann o decirle a Suarez que no cuenta con él… pero Messi es otra cosa. Y como no lleguen pronto las victorias, el argentino podría decidir cortarle la cabeza. ¿Será el paso previo a que Messi ejerza de jugador-entrenador? La verdad es que si el que manda es él, seria mejor: Se ahorrarían un dinero en cuerpo técnico y Griezmann tendría más espacio libre para estirarse en el banquillo.