El astro argentino nunca ha tenido el don de la palabra. Tímido, reservado, callado… Casi parecía que hablar le daba pereza. Y ahora puede que dejemos de oír su voz durante mucho tiempo, porque Messi ha descubierto algo mejor que whatsapp o el email: El burofax.

Su familia ha sido la primera en darse cuenta de la nueva costumbre de Leo. Antonella empezó a recibir burofaxes avisando sobre cada paso de su marido: «Mejor no entres en el baño en un rato», «Se ha acabado el dulce de leche» o «Si llama Bartomeu no se lo cojas» fueron alguno de los mensajes. También sus amigos Luis Suarez y Arturo Vidal han empezado a recibir burofaxes de Messi que incluyen contundentes mensajes contra la directiva y el nuevo cuerpo técnico.