Cuando Sergio Ramos empezó las negociaciones para la renovación con el Real Madrid, sabía que su posición era de fuerza: Era la principal estrella del equipo junto a Benzema, y todos daban por descontado que sin él, la defensa blanca sería un coladero. Pero entonces llegó la lesión, y después llegó Militao… Y las cosas se complicaron para el camero.

Ahora que Militao le ha robado el puesto y ya nadie se acuerda de él, Ramos está empezando a preocuparse por si además de robarle el puesto en la zaga blanca, Militao le roba algo más: «Le he visto en las duchas y ahí también es mejor que yo. Tengo miedo de que Pilar me haga un Florentino y también se vaya con él»