Sergio Ramos lleva lo que vulgarmente se llama «unas semanas de mierda». Primero fue el fracaso sobre las negociaciones para su renovación. Después, la recaída en la lesión, y ahora para terminar de estropearlo todo, positivo por Covid.

El jugador está tratando de encontrar una explicación racional al asunto, y cree haber hallado una posible respuesta: «Hace unas semanas vi un gato negro cerca de casa. Le dejé un poco de comida, y se quedó por ahí. Nunca he creído en supersticiones, porque para supersticiones mis cojones, pero estoy empezando a pensar que a lo mejor no fue buena idea tenerlo en casa».